La pandemia del Coronavirus nos ha enseñado que cada día dependemos más de los dispositivos electrónicos, especialmente durante periodos prolongamos de aislamiento, o en momentos de confinamiento. Smartphones, portátiles, televisores, impresoras, tablets, lectores electrónicos, refrigeradores y aires acondicionados han sido extremadamente útiles.
Pero a veces van siendo reemplazados por modelos más nuevos, a medida que la tecnología aumenta y se van volviendo lentos, o también algunas veces no cuentan con las nuevas posibilidades. De esta forma la respuesta que podemos ver en estos casos son millones de dispositivos que se convierten en residuos electrónicos cada año, y con esto aumenta el grave problema de la disposición final de los electrónicos. Sólo en el año pasado, para reflexionar sobre algunas cifras, se descartaron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el mundo, generando un aumento del 21%, si miramos cinco años atrás, son cifras impresionantes y fueron tomadas de informes de las Naciones Unidas.
Los cálculos no son nada buenos, por ejemplo, la cantidad de electrónicos descartados con baterías, llegará a 74 millones de toneladas al final de la década, lo que significa que en tan solo 16 años el índice de residuos electrónicos se habrá duplicado.
“Esto hace que los residuos electrónicos se incluyan en el flujo de residuos domésticos, el de más rápido crecimiento en el mundo, impulsado principalmente por tasas de consumo más altas, ciclos de vida cortos y pocas opciones de reparación. Además, materiales como el oro, la plata, el cobre, el platino y otros materiales recuperables de alto valor presentes en equipos electrónicos, valorados en el informe de manera conservadora en USD $57 mil millones, presentan un valor superior al Producto Interno Bruto de la mayoría de los países y, terminan siendo descartados o incluso quemados, en lugar de ser recolectados para su tratamiento y reutilización”. (RELATÓRIO GLOBAL E. A ONU).
Todo este dinero se ha perdido porque apenas el 17% del residuo electrónico ha sido recolectado y reciclado durante el año pasado. No es necesario afirmar que es una gran preocupación, ya que los residuos electrónicos son una forma de residuo particularmente tóxica, representando una amenaza al medio ambiente y a la salud de las personas.
China lideró el segmento de residuos electrónicos el año pasado, produciendo poco más de 10 millones de toneladas métricas, seguida de Estados Unidos con casi 7 millones de toneladas e India en tercer lugar con 3,2 millones de toneladas. Estas tres naciones representaron casi el 38% de todos los residuos electrónicos globales el año pasado.
En términos de continentes, Asia fue responsable por un cuarto de todo el residuo electrónico generado globalmente, seguida por América con un poco más de 13 millones de toneladas y Europa con 12 millones de toneladas.
“En perspectiva, los residuos electrónicos del año pasado pesaron sustancialmente más que todos los adultos en Europa, o hasta 350 cruceros del tamaño de Queen Mary 2, lo suficiente para formar una línea de 125 km”, señala el informe.
Además, se presenta otro problema cuando se reciclan residuos electrónicos, en países como Tailandia, se suele hacer de una manera que presenta riesgos para la salud y el medio ambiente.
“Lo más preocupante no es solo la cantidad de residuos electrónicos que se acumulan, sino también el hecho de que las tecnologías de reciclaje no se mantengan actualizadas con relación a esta cantidad creciente, el reciclaje debe mejorar”, comenta Vanessa Forti, especialista de la Universidad de las Naciones Unidas una de las principales autoras del informe.
Por Daniel T. Cross. Artículo en inglés
Fuente: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/los-desechos-electronicos/
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