Con el avance de la pandemia provocada por el coronavirus, muchas ciudades en todo el mundo adoptaron la cuarentena o campañas estimulando que las personas no circulen innecesariamente. La reducción del movimiento en las grandes ciudades causó efectos directos en el medio ambiente, como la disminución de la emisión de contaminantes en la atmósfera y en el aumento de la generación de residuos domésticos y hospitalarios.