La mayoría de la gente asume que todos los plásticos son reciclables, pero no siempre es así. Aquellos plásticos que vienen mezclados con metales, tintes o pegamentos, como los tubos de crema de dientes, no lo son.
Un nuevo desarrollo tecnológico, liderado por Rahul Chaudhary, permite que estos plásticos tengan una segunda vida útil sin contaminar el medio ambiente.
Esta tecnología es única y puede reciclar plásticos de varias capas, incluidos tubos de crema de dientes, envoltorios de plástico de chocolate e incluso ampollas de pastillas para medicamentos.
Chaudhary se ha ocupado de la transformación de residuos no reciclables en paneles de construcción desde 2014, convirtiéndolos en materiales de construcción.
A partir de residuos plásticos, produce láminas de diferentes espesores que reemplazan ecológicamente las placas de metal y cemento, además de los tableros contrachapados y losas de amianto (material que la OMS considera cancerígeno).
La fabricación de los “paneles Ricron”, nombre que Chaudhary dio a estos paneles, implica un proceso que comienza con la cuidadosa selección de los plásticos recolectados, que luego son lavados y triturados. Así, la materia prima se transforma en copos que dan como resultado diferentes mezclas según la calidad del producto final.
Una apuesta a la economía circular
Este emprendimiento es un ejemplo del perfil de empresas que le apuestan a la economía circular, un modelo que espera reducir el impacto negativo de la industria en el ambiente.
En su elaboración es utilizada una mezcla de PEBD, PET, PVC, PP, poliéster y aluminio, entre otros componentes, que luego se somete a un proceso patentado de calor y presión.
De esta forma, son reaprovechadas cantidades significativas de residuos plásticos que, si no fueran destinadas a ese fin, acabarían convirtiéndose en una fuente adicional de contaminación de las aguas.
Es así que Chaudhary se refirió a las acciones ambientales que ejecuta en su empresa:
“Los Panales de Ricron no solo pueden manejar la enorme carga de desechos plásticos, sino que también pueden reducir la deforestación y las actividades mineras, promoviendo así una economía circular y al mismo tiempo reduciendo las emisiones de gases del efecto invernadero”.
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