En julio de 2021, la Comisión Europea presentó un paquete de medidas, el “Fit por 55 package”, cuyo objetivo es alcanzar la neutralidad carbónica hasta el año 2050. Se trata de un conjunto de propuestas que acelerarán el cambio hacia un nuevo modelo económico en el que las palabras como reciclar y reutilizar dejarán de ser una novedad y se normalizarán. Esta es la ambición de Europa.
El paquete de medidas dado a conocer en julio resulta de la estrategia anunciada por la Comisión en el Pacto Verde Europeo, una auténtica “brújula” que guiará el futuro de la Unión Europea, y en la que la economía circular, es uno de los pilares fundamentales.
Por ello, el 11 de marzo del año pasado, la Comisión Europea adoptó un nuevo Plan de Acción para la Economía Circular. La Comisión dice que “se dará prioridad a la prevención de la producción de cualquier tipo de residuo y su transformación en recursos secundarios de alta calidad, que aprovechen el buen funcionamiento del mercado de materias primas secundarias”.
El Plan de Acción también propone una serie de medidas destinadas a minimizar las exportaciones de residuos de la UE y combatir los envíos ilegales.
Es en este contexto –acelerado por el cambio en los patrones de consumo provocado por el covid-19 (menos movilidad, mayor consumo en el hogar) así como por la creciente concientización de los decisores empresariales y ciudadanos sobre los impactos ambientales de nuestra forma de vida– que asistimos a una valorización de residuos muy importante, apoyada por el crecimiento de la demanda de materias primas recicladas. Materias primas que las marcas están incorporando a los envases que ponen en el mercado por motivos de sostenibilidad y mejora efectiva de su perfil medioambiental. Prueba de ello son los resultados de la estrategia de innovación de SPV y sus clientes, habiendo sido testigos en 2020 y ya en 2021 de la transformación de muchos envases para un mejor reciclaje al final de su vida.
Los números de paquetes ya mejorados por los clientes de SPV también son significativos respecto a la estrategia de innovación seguida: representantes del 33,3% de los paquetes declarados a SPV expusieron que ya habían adoptado medidas preventivas en el diseño de sus paquetes, el 29% había reducido el peso de los envases, un 17% había incorporado materias primas recicladas y un 15% había optado por no utilizar envases superfluos. En más de 4 mil millones de empaques ya se ha utilizado la iconografía del reciclaje y esto permite tener indicaciones sobre cómo reciclar correctamente.
Es evidente que el camino no es fácil. Los datos publicados por la CIP (Confederación Empresarial de Portugal) indican que casi el 40% de las empresas identifican la legislación y el marco regulatorio como los principales obstáculos para la economía circular.
Pero el mismo estudio, realizado por el CIP en alianza con EY Parthenon y para el cual se consultó a 194 empresas y cuyos resultados finales se darán a conocer en septiembre, revela que prácticamente todos los que respondieron (97%) consideran una ventaja competitiva que las empresas tengan un enfoque de economía circular en la forma en que compran, producen y venden productos. La gran mayoría considera que la escasez de materias primas es muy crítica (41%) o crítica (25,3%) para la continuidad del negocio.
Valorización
La valorización de residuos es el mejor ejemplo de funcionamiento de la economía circular y la contribución que las empresas y el SPV pueden hacer para que Portugal y la Unión Europea cumplan los objetivos establecidos en el Pacto Ecológico Europeo. Las empresas y entidades gestoras son fundamentales para la promoción y valorización del reciclaje y la reutilización, impulsando la transición de una economía basada en los residuos y desperdicios a una economía de recursos más circular.
La valoración económica de las distintas fracciones de residuos, materias primas secundarias que se vuelven imprescindibles para que las empresas las incorporen a sus procesos productivos, es un factor de gran importancia para la economía circular y para la neutralidad carbónica. Por un lado, señala el atractivo de estas materias primas para la industria del reciclaje y, por otro, se refleja en las ecotasas, o eco valores que pagan los envasadores a la entidad gestora de residuos, haciendo que el coste de Cumplimiento Ambiental sea más económico y ambientalmente eficiente. Sociedad Punto Verde (SPV), pionera en la promoción de la economía circular y con 25 años en el mercado, fuertemente comprometida con la transparencia de las ecotasas sobre los empaques, continúa su actividad de valorización de residuos como factor crítico en el equilibrio de la operación y costeo del sistema de reciclaje de envases.
El aumento de la demanda de residuos de empaques recogidos en contenedores de reciclaje, como materia prima para esta misma industria, exige un mayor compromiso de los portugueses en la separación de estos envases. Al cierre del primer semestre de 2021 ya habían separado un 8% más de envases para reciclar que en el mismo período del año anterior, lo que sin duda es una buena noticia para el país.