Hoy en día son perceptibles las señales del cambio climático, el calor, la sensación de ahogamiento, la falta de humedad en el aire, las tormentas, los incendios, todo esto nos enfrenta diariamente, provocándonos varias sensaciones. Además, hay acontecimientos que van más allá de nuestras percepciones, pero que están intrínsecamente ligados al cambio climático, como el cambio en el microclima de las regiones, la sequía, la falta de lluvias, la desaparición de especies en determinados lugares, la disminución del volumen de arena en algunas playas, entre otras.
Pero a veces algunos procedimientos o posturas impiden obtener una percepción clara del problema. Como, por ejemplo, algunos creen que apenas la cantidad de radiación solar está influenciando en el sistema climático de nuestro planeta, o sea, todo esto es un ciclo, que está ocurriendo en la estrella que nos calienta.
Creemos que puede existir esta influencia, pero la acción humana, principalmente con el uso de combustibles fósiles, la polución, la deforestación y los impactos ambientales descontrolados, resulta ser la mayor influenciadora del cambio climático de nuestro planeta.
Cuando Al Gore lanzó el documental “Una verdad incómoda”, él comprobó a través de datos y evidencias la correlación entre el comportamiento humano y la emisión de gases en la atmósfera. Los efectos aumentaron de forma alarmante, en escala progresiva y de una manera acelerada. Este documental se lanzó en mayo de 2006, ya pasaron casi 15 años, y ¿qué ha cambiado sobre el avance del cambio climático en nuestro planeta? Los números aún se encuentran en una preocupante escala progresiva en todos los datos monitoreados, pero ¿qué podemos hacer?
Primero, existen posibilidades, a pesar de ser de apenas un producto, el clorofluorocarbono (CFC), el protocolo de Montreal, fue un hito, un tratado ambiental firmado por la mayoría de los países del mundo en el que se comprometieron a reemplazar sustancias que demostraban ser nocivas para el ozono. Estudios señalaron que la capa de ozono ha venido restaurándose, pues esa regeneración ocurre naturalmente. Pero existen algunos informes evidenciando que esta regeneración es muy lenta, ya que todavía existe el uso de CFC en algunos procesos.
Pero, por otro lado, estamos ante el acuerdo medioambiental global más exitoso de todos los tiempos (palabras de Kofi Annan). Esta apelación fue a nivel mundial, las personas supieron lo que estaba ocurriendo, comenzaron a buscar informaciones sobre lo que compraban. Las industrias han colaborado mucho modificando sus procesos y productos. Los países endurecieron su fiscalización, cumplieron las metas y siguieron los indicadores, todo lo cual generó una gran sinergia, y de esta manera el acuerdo ha funcionado muy bien, tan bien que logramos percibir los datos positivos sobre la regeneración de la capa de ozono.
Sobre el cambio climático, el camino no puede ser muy diferente, pero el esfuerzo será extremamente difícil y complejo. Primero creemos que la presión inicial tendrá que venir por parte de la población mundial, tenemos que tomar decisiones y, lo tenemos hacer a partir de hoy, o mejor aún, lo más rápido posible, deben ser decisiones basadas en la sustentabilidad, siempre que se pueda, se debe optar por un transporte amigable con el medio ambiente, se debe buscar información sobre la sustentabilidad de las empresas fabricantes, comprar productos que opten por menos empaques y más contenido, utilizar los bienes adquiridos tanto como sea posible, evitar al máximo los desperdicios, reciclar, reusar y reutilizar los residuos y, finalmente buscar la acción más sustentable posible para la disposición final de los mismos. Esto obligará a las empresas a buscar nuevas oportunidades, como también demostrar claramente sus procesos. Las industrias deben darle importancia también, a todos sus aspectos ambientales, así como lo hacen con sus resultados financieros. Y, por último, los países deben entrar en un consenso lo más rápido posible, tejer un acuerdo y comenzar a cumplirlo, sólo así podremos tener algún plan, y un camino para disminuir las emisiones de gases en la atmósfera, que es el principal agente del cambio climático.
Uno de los engranajes que se puede mover para ayudar a presionar, es el decimotercer Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Él trata justamente sobre la Acción Contra el Cambio Global del Clima. Estos objetivos se crearon en 2015 y hasta hoy sus metas están estancadas. Una de las metas trazadas por la ONU es la de “Integrar medidas del cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales”. Aparentemente, este objetivo no ha avanzado en la planificación de políticas públicas en los países. O sea, no se está cumpliendo ni por países desarrollados, ni por países en desarrollo.
Entonces, una buena estrategia, seria hacer de este objetivo un acuerdo a nivel mundial, divulgar las metas para toda la población y publicar anualmente o mensualmente los resultados de cada país. De esta forma, a través de este camino podríamos revertir los datos que el Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos (IPCC) indica para los próximos 100 años. Estos datos señalan que podrá haber un aumento de la temperatura promedio global entre 1,8°C y 4,0°C, y un aumento del nivel promedio del mar entre 0,18m y 0,59 m, lo que puede afectar significativamente las actividades humanas y los ecosistemas terrestres.
De esta forma la transformación de este objetivo en un acuerdo mundial y el movimiento de toda la población, tomando decisiones basadas en la sustentabilidad, podrá generar la sinergia y la unión de los pueblos necesaria para que venzamos este terrible desafío.
Vea lo que otros países están diciendo sobre miResiduo:
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