Cada tipo de residuo tiene su propio proceso de recolección, almacenamiento, transporte, reciclaje y disposición final. La forma como la empresa recolectora trabaja las diferencias en los procesos, se refleja considerablemente en el desempeño operativo de la recolección.
Vamos a trazar algunos puntos fundamentales sobre procedimientos internos eficientes, desde la planeación hasta la ejecución de las acciones.
Para ayudar en esta tarea, trajimos aspectos tecnológicos que ofrecen soluciones capaces de simplificar los procesos.
Atención al cliente
La organización de las informaciones de los clientes compone el inicio de la planeación de la recolección de residuos. El almacenamiento del registro completo de clientes produce informes de gestión y transforma estas informaciones, sean personales o contractuales, en datos sistematizados que permiten la alineación del proceso. Esta etapa termina convirtiéndose en el área de soporte para todo el ciclo de recolección de residuos.
Productividad del equipo
La organización de la ruta diaria de recolecta, es considerado un paso de gran importancia para la planeación de la recolección de residuos. Cada equipo de campo debe estar capacitado en el manejo del material que utiliza a la hora de recolectar los diferentes tipos de residuos. Además, su ruta debe rastrearse por GPS para alcanzar una mayor productividad.
Documentación
La mejora de los procesos se da a partir de la elaboración de hojas de cálculo con la documentación de los datos de recolección. Este es un paso, dentro de la planeación, que permite la existencia del control de excedentes de residuos, evidencias y auditorias que posibilitan la validación de los registros de las recolecciones de campo.
Legislación
La Política Nacional de residuos determina el concepto de responsabilidad compartida entre fabricantes, revendedores y usuarios, con relación a la disposición final o reciclaje de productos y empaques. Con esta directriz, la reglamentación exige transparencia, información detallada e indicadores sobre los residuos generados con la evidencia de la disposición final.
Es posible automatizar estas etapas, proporcionando una mayor optimización y agilidad en el proceso de recolección. Cuanto más organizado y transparente es el proceso, más confiable se torna la empresa.